sábado, 1 de junio de 2013

Lecciones básicas para la vida.

Ayer, aprendí una valiosa lección auspiciada por la vida y sus múltiples ayudantes terrenales que, dicho sea de paso, son despiadados a la hora de enseñarte algunos secretos y trucos para no fallar, para ser certeros y precisos a la hora de atacar. 

Es por eso que hoy, una vez mas frente a mis notas, escribiré las que para mi son las lecciones básicas para la vida que desde ya habré de poner en práctica. 

La primera de ellas: La paciencia es una virtud que en grandes cantidades se convierte en pendejez. Ciertamente y como alguna vez lo dijera uno de mis profesores de la facultad, debo ser mas osado y no pensármela tanto antes de actuar para que no me ganen a la mala.

Segunda: Ayuda al prójimo, tanto o mas de lo que sea posible, aunque debes tener cuidado, por aquello de la ingratitud. Si bien es cierto que nunca hay que esperar nada a cambio, también es agradable contar con ayuda de vez en cuando. 

Tercera: el respeto es la base fundamental de toda relación, de cualquier índole; por desgracia, muy pocos sabemos reconocer la virtud en otros y por saber "respetar" precisamente a los demás, los tildamos de imbéciles o torpes. A pesar de que sonará trillado: el respeto al derecho ajeno, es la paz. 

Cuarta: el valor de los ganadores es grande, muy grande por el camino que tuvieron que recorrer para hacerse de la victoria. El reconocer la derrota nos hace ser aun mas grandes por lo que ello conlleva. En mi caso particular, habré de trabajar arduamente en ese aspecto que esta coaligado con el siguiente.

Quinta: la humildad, algo fundamental que parece que perdemos o dejamos tirado en algún lugar de nuestro andar por la vida. Alguna vez oí decir a mi papá que aquel que es humilde y agradecido tiene abiertas las puertas; que razón tiene, carajo.

Sexta: La nobleza del ser humano puede ser confundida muchas veces con estupidez. Lejos de ser un problema, yo opino que es una virtud, a veces mal empleada, pero que a la larga trae buenas alianzas a nuestras vidas. Insisto, como en la lección primera, en exceso se convierte en pendejez.

Séptima: la ambición, ah si, mi favorita, aplicada en contrario sensu a lo que todos la asociamos. En la vida son fundamentales las aspiraciones de progreso para ser cada vez un mejor amigo, esposo, amante o simplemente, mejor persona funcional a la sociedad. Créanme, bien trabajada, nos permite lograr los objetivos en menos tiempo y con grandes resultados. 

Octava: ubicada igual que en los 10 mandamientos, "no mentiras". Es mejor andar con la cara en alto por la vida, que pasar agachado. Ante todo, la sinceridad, aunque ello no sea del agrado de algunos. 

Novena: sonríe; la mejor medicina del alma, la que cura la tristeza del corazón, es la risa. De vez en vez, a la hora que fuere, sonríele a la vida, siempre! 

Décima: disfruta de todo lo que hagas, grita, ríe, si tienes que decir un "Te quiero", hazlo. Eso libera el alma y presión del cuerpo! Si quieres besar a alguien, que esperas! Es ahora o nunca! Si alguien te gusta, porque no lo dices? Total, del piso no pasamos! Porque no le hablas a tus padres si están disgustados? Hazlo ya! Nunca sabes cuando habrán de irse de tu lado. Disfruta de todo lo que hagas, de todo lo que haces... Cambia lo que así deba ser cambiado, pero fundamentalmente, anímate a volverte factor de cambio para los demás.

La vida pasa en un segundo, es efímera y de lo que hagamos en la tierra dependerá en mucho la inmortalidad de nuestro recuerdo.

y como escribiera alguna vez Walt Whitman:

"La vida es desierto y oasis. Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia. Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continua; tu puedes aportar una estrofa. No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre... y la mujer".

...Cosecha lo que siembres...


Carlo Moreno-Jimènez (el Andariego)
Ciudad de México, Distrito Federal a 1 de junio de 2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario