domingo, 22 de septiembre de 2013

Rojo carmesí.

Esta es una noche en la que recuerdo uno de esos andares por la vida que me llevaron a situaciones donde jamas imaginé estar; donde jamás pensé terminar.

Después de esa noche de diciembre, mi vida no fue igual.

En aquella ocasión en que te vi con ese vestido negro mate, y con un pronunciado pero elegante escote, sinceramente me hizo imaginarte tal cual viniste al mundo. Tu cabello crespo, mujer, que tanto me vuelve loco; ese aroma tan particular a Jazmín, y esos ojos café intensos que con tan solo mirarlos causaron el más bochornoso efecto que jamas hubiera imaginado, pues literalmente me pusiste a temblar, me hicieron pensar mucho.

Esa noche especial, por haberte visto, no pensaba encontrarme contigo después de algunos años de perdernos la pista y dejar que el olvido y la distancia hicieran "lo propio". Verte otra vez encendió los focos rojos y clarito escuche en mi mente como si la voz de una capitán de barco me gritara "alerta, timonel, que el iceberg está a la vista, carajo". Choqué de nuevo contigo por azar, o tal vez por destino.

A pesar de haberte conocido antes, estúpidamente nunca te dije que me gustabas. Lo sé, el miedo pudo más que el sentimiento, pero ésta ocasión no dejaría que en la segunda oportunidad que me regalaba la vida te me fueras otra vez, y me quedara así, sin decirte nada.

Reconocí tu voz entre el murmullo de tanta gente y fue maravilloso lo que aquello causó. Tu mirada altiva me incitaba a seguirte a lo largo del patio donde aquella noche coincidimos de nueva cuenta. Pensé ir por todo en esa ocasión. Mientras caminabas rumbo a la salida del recinto, ataje por la derecha tu camino mientras tomaba tu brazo para colocarme a tu lado y preguntar si me reconocías.

-Seguramente no me recuerdas, después de tantos años de no vernos ni hablarnos, ¿cierto?- Le dije a Alondra.


-Tal vez si no hubieras llegado así, tan intempestivamente no lo hubiera hecho. Ha pasado tanto tiempo y hemos cambiado tanto.- Ella respondía.


-Exacto, Hemos cambiado, pero no del todo.- le decía mientras sostenía su brazo- Hay sentimientos que nunca cambian y que solo el tiempo se encarga de hacer que desaparezcan en el olvido. Desde hace mucho tiempo necesito decirte algo.- Sentencié en el acto.

Ella me miraba un tanto turbada.- Dime que es lo que pasa contigo. Te noto algo ansioso.-

Sin más que valor como escudo, le dije: -Hace algunos años quise decirte muchas cosas mientras veía como brillaban tus ojos con el sol  y el miedo nunca me dejo acercarme. Siempre quise tomar tu brazo como ahora lo hago, después de tantos años, para decirte que siempre me gustó escucharte, reír contigo. Ser parte un poco de tu vida. Siempre soñé con besarte y descubrir si aquél rojo carmesí de tus labios sabían a fresa o a cereza. Saber si tus ojos son la puerta al infinito o la entrada a un sueño maravilloso. No lo sé, nunca pude perderme en tus caricias, mujer.-

Alondra miraba callada. Un poco sorprendida contestó: -Hay cosas por las que no debemos lamentarnos. El tiempo, sabio pero implacable, nos pone a veces frente a oportunidades que debemos aprovechar, por lo que tu debes decidir si quieres perderte en mi olvido o simplemente tomar la determinación que hace tiempo debiste haber hecho. Tu siempre me gustaste.

En el umbral de la puerta centenaria de aquél lugar donde encontraría de nuevo al que se convertiría en el amor de mi vida, la tomé por la cintura mientras la miraba fijamente a los ojos y besaba esos labios rojo carmesí, en los que me he perdido desde hace ya casi 19 años después de aquella vez.

Insisto. Desde aquella noche, la percepción de mi mundo cambió radicalmente. Las dudas se disiparon y los miedos se alejaron. Sus labios no solo saben a cereza o a fresa, sino a algo más agradable. Saben simplemente a ella.
 
También, descubrí que sus ojos no solo eran la puerta al infinito, sino que serían aquellos en los que me perdería para vivir en un sueño eterno.

Y así es como mi vida se pintó de rojo carmesí...


Carlo Moreno-Jiménez "el Andariego"
Ciudad de México, a 23 de Septiembre de 2013

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