sábado, 27 de octubre de 2012

Debería decirte...


5 pasajes de una historia que apenas comienza. “DEBERÍA DECIRTE” 3-5


Sí, pasaban todo el día en constante comunicación. Por las mañanas eran los hermosos mensajes de los buenos días donde se deseaban éxito en sus labores, hacía las 11, ÉL le pedía que le acompañara a tomar el almuerzo, durante el resto del medio día se escribían con cualquier pretexto, ya fuera para contarse lo que estaban haciendo en ese momento o bien, para simplemente decirse: “te quiero”.

Durante la tarde hablaban mucho, de todo y nada…
Se contaban muchas cosas, reían, bromeaban, tocaban temas realmente importantes para ellos (y era el turno de ÉL de adoptar su papel de hombre maduro y serio), imaginaban un futuro juntos, se involucraban cada vez más y, de repente, también discutían.

Por la noche llegaba su momento íntimo, ese momento que los dos disfrutaban más que cualquier parte del día.

Sí, estaban en constante comunicación, ELLA hablaba mucho más que ÉL para ser sinceros y cuando hacia el recuento del día, se daba cuenta que había omitido muchas cosas que quería decirle, cosas que…

DEBERÍA DECIRTE

Debería decirte que a veces lloro estando dormida. a veces también canto o me carcajeo. No tolero dormir con la luz encendida aunque me da temor la oscuridad. No puedo dormir sin haberme bañado y prefiero las pijamas de algodón antes que a las de seda. También reviso que la ventana esté bien cerrada (hahaha, tengo miedo de que entre una bruja).

Debería decirte que no soporto el agua caliente caer por mi cuerpo, la prefiero tibia. Que no soporto ver a un niño llorar y que detesto las injusticias. Que me pongo de mal humor cuando tengo hambre y que la mayoría de las veces, no pienso antes de hablar.

Debería decirte, además, que me encanta caminar pero... hahaha, soy muy torpe, a veces me tropiezo a cada momento y me ha sucedido que me he caído estando de pie, así, me caigo sin motivo. Me encanta el café y varias veces me lo he tirado encima, no sé utilizar todos los cubiertos que pone mi nana en la mesa. Lo sé, nunca brillaré en sociedad.

No debería decirte mucho sobre mis rarezas, pero ahí van: llevo un reloj que no marca la hora, sólo para recordarme que lo único que tenemos es tiempo. Me cepillo los
dientes, religiosamente, 5 veces al día. También, estrictamente, leo al menos 10 páginas de algún libro todos los días y lo he hecho así desde que tenía 7 años. El primer libro que leí fue "Como agua para chocolate" y está totalmente desgastado porque lo he leído cientos de veces. Nunca salgo de casa sin haberme visto al espejo al menos 3 veces y soy muy muy torpe para mentir.

Debería decirte que soy muy curiosa, que me gusta experimentar y hacer de todo y, aunque algunas veces me sale mal, siempre pongo todo el corazón. Me gusta la compañía de la gente, pero paso la mayor parte del tiempo en soledad (bueno, así era antes de tu llegada). Algunas veces también, me siento sola aunque esté rodeada de gente... En ocasiones me cuesta mucho expresar lo que siento (creo que es cuando sí pienso las cosas antes de decirlas).

Deberías saber que soy muy apasionada, lo que me gusta, me gusta al extremo del delirio y lo que no, lo aborrezco. Aunque son muy pocas las cosas que puedo clasificar como aborrecibles porque, por cierto, casi siempre trato de verle el lado bueno a las cosas. Me gusta reír y hablar mucho (eso ya lo sabes) a veces, cuando estoy en público, hablo y hablo y termino así, avergonzada porque siento que no me detuve en horas. La gente queda fascinada y les gusta hablar conmigo (tampoco es que no deje que la gente hable o se exprese). Creo que ese es otro motivo por el que nunca seré una socialité.

Debería contarte sobre mis amores: los libros, la música, los zapatos, y los viajes; pero en este momento sólo te diré que tengo mil pares de zapatos y soy amante de los tacones aunque siempre por las mañanas termine eligiendo los mismos tenis Me gusta mucho la música, toda y podría decirte que hay una canción especial para cada parte de mi historia.

Deberías saber que nunca me tomo en serio, he protagonizado muchos de los chistes que me cuento y suelo ser sarcástica. Esto es de familia y no puedo evitarlo aunque a veces debería. Pero eso sí, todo lo que digo lo tomo con seriedad de enfermedad terminal y me cuesta entender cuando la gente no es así y dice las cosas sólo por decirlas, sin sentirlas.

Y ya para terminar, debo decirte que desde hace mucho tiempo soñaba que existías y sólo estoy aquí para saberte real. Y eres real. Y me hace inmensamente feliz que así sea y quisiera decirte todas estas cosas que deberías saber pero a veces no me atrevo o se me olvida y digo cualquier otra cosa cuando en realidad lo que quiero decirte es todo esto o, quizá, simplemente decirte que TE QUIERO.


Es difícil mantener una relación a distancia, pero no imposible. ELLA lo estaba descubriendo y le gustaba…

Le gustaba contarle a alguien sus cosas y le gustaba que ese alguien, a pesar de los cientos de kilómetros que los separaban, siempre estuviera ahí, dispuesto a escucharla y atesorar cada una de sus palabras…


ADD
27 de octubre de 2012

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