jueves, 4 de octubre de 2012

Entre líneas.

Otoño; puntual a la cita has arribado con esas bellas lunas que te caracterizan y que haces de estas noches las mas "azuladas" de todo el año. De nueva cuenta, ese viento frío que anuncia la etapa final del año me vuelve un poco nostálgico y reflexivo también. Las hojas que caen y las ramas de los arboles, antes verdes y ahora doradas por el sol con las hojas muertas en las ramas, hacen que el panorama "otoñal" ponga ante nuestros ojos una paleta de colores dignos de ser mezclados para realizar una pintura de la escena frente a nosotros. 

Yo , en cambio, mejor me puse a escribir una carta inspirándome en esas imágenes de hojas que caen, en medio del frío y con la neblina a cuestas, caminando, siempre caminando con rumbo a mi guarida.

Con la idea en la cabeza, la nostalgia que me recorre el cuerpo y el corazón latiendo al ritmo de tu recuerdo, solamente me apresté a tomar parte en mi sitio para redactar un poco de mis ideas; plasmar mis fantasmas en una hoja de papel, siempre acompañado por mi pluma vieja y casi sin tinta que me regalara hace ya un tiempo mi papá.

Pues bien, esto dice mas o menos así:

Entre líneas.

De nuevo te vuelves a hacer presente entre las siluetas que se dibujan en la niebla iluminada por el azul profundo de la luz de la luna que no te deja de inmortalizar así  fija e inmóvil, tan perfectamente delineada que podría jurar que estabas ahí. Sin ver siquiera hacia otro punto, pude imaginar tu sonrisa que ilumina el sendero, tan tierna y cálida a la vez, con la esperanza de escuchar tu voz de nuevo para saber, al menos, que todo esta bien.

A pesar de que hace ya un largo tiempo fue que te deje ir de mi lado con ese viento de otoño, si, ese mismo que me arrebató una parte del alma, la llevo lejos y la perdió hasta lo mas apartado del horizonte entre el atardecer de un claro día de octubre que, en tanto descendía el sol entre los cerros, hacía que la noche estrellada se volviera un poco mas fría que de costumbre. De pronto, ese sentimiento de vacío que genera en el estomago una sensación de tener un "hueco", se hizo presente, una vez más.

El pasado, gran bodega de errores, triunfos y derrotas se vuelve hacia mis ojos. "Nunca es bueno voltear hacia atrás" dicen algunos; yo creo que si no aprendimos de lo que dejamos en el camino, jamas habrán valido la pena los raspones y madrazos que la vida y nosotros mismos nos encargamos de dibujar en la piel, en el corazón o en el alma. De ellos habremos de aprender para reflexionar acerca de los resultados y con ello hacer un efectivo "control de daños colaterales" que ciertamente, en ocasiones, es imposible. 

Entre todos esos cachivaches y recuerdos, avivados por el gélido aire de octubre, te sigo guardando un sitio especial. Única y enigmática seguirás siendo cautivadoramente un objeto del deseo. Por increíble que parezca el tiempo y la distancia no han borrado aun esos momento mágicos que regresan a mi mente en cada sonido de violines, en medio de un tango o solo por escuchar de nueva cuenta tu voz; eso es lo que aun mantiene anclado mi barco a tu puerto, carajo.

En medio de este atardecer, una vez más me lo he de proponer el dejarme llevar lejos de tu recuerdo que me sigue hace un buen tiempo. Me alejaré de ti sin más, lo juro nuevamente, aunque el vicio de recordarte no se vaya del todo junto al sonido de tus sollozos, tus risas y tu voz. Dejaré partir de nuevo tu recuerdo para que le haga compañía a ese "cacho" de vida que yace allá, bien lejos y perdido con el lucero que aparece cada que el sol se oculta.

Hasta siempre, con ese viento de otoño que habrá de acompañarnos en el recuerdo de un instante; de saber que la gloria, aunque no sea eterna, es posible conocer en este mundo de vivos, falaces e imperfectos seres humanos, como lo somos tu y yo...

Ya en mi guarida, una vez mas recordé lo que hacia poco había leído en un pequeño fragmento de una de las cartas de Frida Kahlo a Diego Rivera; ahí comprendí como alguien se puede llevar un poco de tu ser sin querer.

(...) Como siempre, cuando me alejo de ti, me llevo en las entrañas tu mundo y tu vida, y de eso es de lo que no puedo recuperarme.

No estés triste.- Pinta y vive-. (Frida Kahlo)

Es curioso todo lo que una persona puede decir "entre líneas"


Carlo Moreno-Jiménez "el Andariego"
Ciudad de México, Distrito Federal,  a 4 de octubre de 2012.



2 comentarios:

  1. M gusta si m agrada sin embargo m gustaría saber q carta es la. Mencionas d Frida pues no la recuerdo jojojojo =)

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  2. Simple referencia. Saber que alguien se puede llevar un poco de ti, es solo eso. Gracias por leer!

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